"Fui, soy, seré."



Me quedo sin palabras cuando más me hacen falta.
Si pudiera ser una canción, no podría escoger. Decenas de canciones me definen, y forman parte de mí. Podría escribir estrofas, estribillos, pero no sería suficiente. A veces soy simple, a veces soy demasiado complicada. A veces doy vueltas, y vueltas, pero casi nunca encuentro un camino. A veces me pierdo. Casi nunca me encuentro. Escucho música dentro de mi cabeza. Palabras escritas vienen a mi mente cuando menos lo espero. Sueño en blanco y negro, y vivo a color. Soy feliz con una o dos montañas de libros por leer, y cientos de canciones por escuchar. Soy feliz con poco, y a la vez con mucho. Soy de las que les hacen caras a sus posters, y de las que siempre se comen la última galleta. Soy de las que sueltan una palabra incomprensible cuando todo está en silencio. Hablo en sueños, y me doy cuenta, pero no lo puedo evitar. Me despierto con el más mínimo rayo de sol acariciando mi cara. Soy feliz con los días grises de otoño, y con la lluvia de verano. Soy feliz con las noches perfumadas de azahar, con miles de estrellas brillantes sobre mi cabeza. Soy feliz compartiendo risas y lágrimas con mis amigas. Soy feliz caminando rápido, soy feliz dando vueltas en círculos. Soy feliz echándole sal a cualquier cosa, y bebiendo té a todas horas. Soy feliz amando a One Direction, a Simple Plan, y a demasiadas personas a las que nunca voy a conocer. Soy feliz cuando la gente me llama Monster, o Narnia, o Campanilla. Soy feliz con mi flequillo sobre los ojos. Soy feliz con mis cuentos perdidos y mis historias aburridas. Soy feliz con el silencio, porque no necesito llenarlo. Soy feliz con mis palabras, porque me hacen ser quien soy. Soy feliz escribiendo, porque todo mi ser está escrito en un puñado de cuadernos.
Sé que soy feliz. Y sé que no lo soy.
Sé que a veces pienso que me conozco, pero que no sé casi nada sobre mí. Sé que mis gustos pueden cambiar de la noche a la mañana. Sé que siempre echaré de menos a un puñado de vascos que conocí en un campamento inolvidable. Sé que mis recuerdos siempre estarán ahí, por mucho que los intente olvidar. Sé que soy yo, y que nunca dejaré de ser yo. Sé que me caeré un millón de veces, y que a veces me costará levantarme. Sé que la vida no viene con manual de instrucciones.
Y sé que aunque a veces me falte algo en lo que creer, siempre tendré esperanza.

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